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La Plaza Mayor de Salamanca se transformó anoche en un auténtico tablao flamenco con la actuación de José Mercé, encargado de poner el broche de oro a las Ferias y Fiestas de la Virgen de la Vega. El cantaor jerezano, uno de los grandes referentes del género, ofreció un concierto inolvidable con su espectáculo “José Mercé canta a Manuel Alejandro”, en el que rindió homenaje al célebre compositor gaditano y también al maestro salmantino Rafael Farina, al que dedicó unas palabras de respeto y admiración antes de interpretar uno de sus temas más recordados. El público, variado y entregado, acompañó con palmas, vítores y ovaciones cada quejío del artista, que volvió a demostrar por qué su voz sigue siendo una de las más respetadas y queridas del flamenco.
El recital giró en torno a la obra de Manuel Alejandro, con versiones emocionantes de temas inmortalizados por Raphael o Rocío Jurado como “Yo soy aquel”, “Se nos rompió el amor” o “En carne viva”, reinterpretados desde el sentir flamenco. Tampoco faltaron algunos de sus éxitos más reconocidos, como “Aire” “Al Alba” o “Al amanecer”, coreados con fuerza por los asistentes.
Arropado por su cuadro flamenco habitual —guitarras, palmas, percusión— y con el refuerzo de piano y contrabajo, Mercé construyó un espectáculo en el que la intimidad y la fuerza convivieron con naturalidad. Uno de los instantes más sobrecogedores llegó con su cante a capella, que llenó de silencio reverente la plaza antes de estallar en una ovación cerrada.
Con una voz rasgada pero firme, el cantaor transmitió emoción pura en cada interpretación. El público, cómplice y respetuoso, respondió con largas ovaciones y muestras de cariño, confirmando que el jerezano mantiene intacta su capacidad de conmover y de hacer del flamenco un arte universal.