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La Plaza Mayor se vistió anoche de gala para recibir a Europe, una de las bandas más legendarias del rock internacional. El concierto, incluido en la programación de las Ferias y Fiestas de la Virgen de la Vega, congregó a miles de personas que abarrotaron el ágora barroca en una cita que se recordará como uno de los momentos cumbre de estas celebraciones.
Desde primeras horas de la tarde, centenares de seguidores fueron tomando posiciones para no perderse el espectáculo. Familias, grupos de amigos y fans llegados de distintos puntos de España llenaron cada rincón de la plaza, generando un ambiente de expectación pocas veces visto en la ciudad.
A las 22:30 horas, las luces se apagaron y el rugido de la multitud recibió a Joey Tempest y al resto de la formación original —John Norum, Mic Michaeli, John Levén e Ian Haugland—. Con un enérgico “Salamanca, ¿are you ready?”, el vocalista desató la ovación que marcó el inicio de un concierto electrizante.
El repertorio no dejó lugar a la calma. Europe abrió con “On Broken Wings” y “Rock the Night”, dos descargas que pusieron en pie a un público entregado desde el primer minuto. El clímax emocional llegó con “Carrie”, cuando Tempest cedió el micrófono y la Plaza Mayor se convirtió en un gigantesco coro iluminado por miles de móviles.
Durante más de hora y media, la banda sueca desplegó un directo sólido, con guitarras afiladas, teclados vibrantes y una energía que demuestra que el paso del tiempo no ha restado fuerza a su propuesta. La complicidad entre los músicos y la respuesta del público crearon una comunión que trascendió lo puramente musical.
El esperado desenlace llegó con “The Final Countdown”, convertido en un estallido colectivo que hizo temblar los arcos de la Plaza Mayor. El histórico himno, coreado por todos los presentes, puso el broche de oro a una noche mágica en la que Salamanca se rindió a los pies de uno de los grandes referentes del rock europeo.
Europe ofreció en Salamanca el único concierto gratuito de su gira española, un regalo que la ciudad acogió con entusiasmo y que pasará a formar parte de la memoria colectiva de sus fiestas. Una velada histórica en la que la música volvió a demostrar su capacidad para reunir, emocionar y trascender.