Fotografias y cronica: Nelia Vidal Vidal
La energía era palpable desde antes de que se apagaran las luces. Con cinco noches consecutivas con todas las entradas agotadas, Ultraligera volvió a convertir La Riviera en el epicentro del rock alternativo español.
El concierto de anoche, bajo el título “Ultraligera – Especial Invitados”, fue mucho más que una cita con su público: una celebración de comunidad, emoción y contundencia sonora.
Desde los primeros compases, Ultraligera demostró por qué se ha convertido en uno de los fenómenos musicales más sólidos de la escena nacional.
Su directo —intenso, preciso y emocional— se impuso desde el primer minuto con temas que el público coreó sin descanso.
Las luces, los visuales y una ejecución impecable construyeron una atmósfera vibrante que combinó lo crudo y lo poético, lo íntimo y lo explosivo.
Uno de los momentos más especiales llegó con la aparición de Gabriel de Shinova, quien subió al escenario para interpretar junto a Ultraligera una versión inédita de uno de los temas más emblemáticos de la banda.
La complicidad entre ambos artistas fue inmediata, y el público respondió con una ovación que hizo temblar la sala.
También destacó la presencia de Laura Solla, colaboradora histórica del grupo, que aportó su fuerza y sensibilidad en uno de los pasajes más emotivos del concierto.
Ambas colaboraciones reforzaron la idea de que Ultraligera no solo representa a una banda en ascenso, sino también a un punto de encuentro entre generaciones del rock alternativo español.
Canciones como “Recuerdos del Baile”, “Matanza” o “Círculo de Fuego” hicieron vibrar a una sala completamente entregada, que respondía a cada acorde con una intensidad casi ceremonial.
En medio del repertorio, el grupo sorprendió al dejar que el público eligiera algunos temas, generando un ambiente participativo y espontáneo poco habitual en los grandes directos.
Visualmente, el espectáculo alcanzó momentos de teatralidad: juegos de luces, máscaras inspiradas en su álbum Pelo de Foca y proyecciones minimalistas acompañaron el crescendo emocional de la noche.
Con esta serie de conciertos, Ultraligera confirma su posición como una de las bandas más relevantes del nuevo rock español.
Que un grupo con un solo álbum haya llenado cinco noches seguidas en La Riviera es un hecho insólito que habla de la conexión real que mantiene con su público.
Más allá del éxito comercial, la banda mostró madurez, presencia escénica y un dominio absoluto del ritmo y la emoción.
En cada tema hubo una mezcla de vulnerabilidad y fuerza, una dualidad que se ha convertido en su sello personal.
Anoche, La Riviera fue más que un recinto de conciertos: fue un espacio de comunión entre artista y público.
Ultraligera convirtió su directo en una experiencia colectiva, catártica y memorable.
Su Especial Invitados no solo celebró el presente del grupo, sino que confirmó que el fenómeno Ultraligera ha venido para quedarse, liderando una nueva etapa del rock alternativo español.