La Plaza Mayor de Salamanca vivió anoche una de esas veladas difíciles de olvidar. Con el cartel de aforo completo, el grupo Siempre Así hizo vibrar a miles de personas que llenaron el corazón de la ciudad en un concierto cargado de emoción, fiesta y tradición.

La noche comenzó con la actuación de Benbow, encargados de abrir el espectáculo. Su propuesta fresca y enérgica conectó con el público desde el primer momento, caldeando el ambiente y preparando a los asistentes para lo que sería una cita inolvidable.

Cuando Siempre Así apareció en escena, el entusiasmo fue unánime. El grupo sevillano repasó algunos de sus temas más emblemáticos, que fueron coreados al unísono por un público entregado que no dejó de acompañar con palmas y voces. La Plaza Mayor se convirtió en un coro multitudinario, convertido en escenario de sevillanas y rumbas que traspasaron generaciones.

El momento más emotivo de la noche llegó con la interpretación de la Salve Rociera, con la que la banda puso el broche de oro al concierto. Miles de linternas de teléfonos móviles iluminaban la Plaza, creando una estampa mágica que convirtió el recinto en un auténtico mar de luces y devoción musical.

Una velada histórica en Salamanca que confirmó, una vez más, el poder de la música para unir y emocionar a toda una ciudad.