Mercedes Cañas abrió el concierto con frescura y autenticidad

 

El histórico Castillo de Ledesma se convirtió este martes en un escenario cargado de emoción, música y mensaje con el esperado concierto de Rozalén, una de las voces más personales y comprometidas del panorama musical español, con su gira “El Abrazo”. Ante un público entregado, la artista manchega ofreció un espectáculo íntimo y vibrante, lleno de reivindicación, ternura y poesía.

 

Antes de su actuación, Mercedes Cañas fue la encargada de abrir la noche. La joven cantautora madrileña, con su estilo fresco y natural, logró conectar con el público desde el primer acorde. Sus letras sinceras y su voz cercana fueron el prólogo perfecto para lo que vendría después. Temas como «Valientes», «La vida es esto» o «No me da la gana» resonaron con fuerza en el entorno medieval del castillo, dejando claro que su proyección artística va en ascenso.

 

Rozalén apareció en el escenario acompañada de su inseparable intérprete de lengua de signos, Beatriz Romero, y una banda compacta que supo arropar cada canción con elegancia y emoción. Durante más de hora y media, la artista repasó sus grandes éxitos —“La puerta violeta”, “Girasoles”, “Comiéndote a besos”— y presentó sus composiciones más recientes.

 

No faltaron los momentos de reflexión, donde Rozalén habló sobre salud mental, diversidad y justicia social, mensajes que el público acogió con respeto y entusiasmo. Entre canción y canción, la artista construyó un diálogo íntimo con los asistentes, que respondieron con calidez y ovaciones.