DePedro llegó al Palacio de Congresos de Salamancadispuesto a hacernos bailar y cantar. Desde el primer momento hizo que el público se entregara en cada canción, unas más movidas que otras. Los instrumentos en este concierto hacen que el directo sobrepasen cualquier tipo de reproducción que no sea en vivo. Junto con la voz, crean una armonía que difícilmente alguien podría no disfrutarlo, aún sin conocer ninguna canción.

Hubo un momento en el que todos se bajaron del escenario para rodearse del público y tocar y cantar a su lado. Todos los asistentes, de pie, acompañaban con las palmas, pero es que era a lo que su puesta en escena invitaba.
Cierran el concierto en acustico, con una Llorona, que pone los pelos de punta.
Asi pues podemos decir que Jario Zavala, DePedro puso en pie a Salamanca.