Salamanca vivió esta noche un viaje directo a la memoria musical de varias generaciones gracias al esperado concierto de Pecos, que regresaron a la ciudad con un show íntimo, emotivo y cargado de clásicos. El público salmantino respondió con entusiasmo, llenando el recinto y celebrando cada canción como si el tiempo no hubiera pasado.

Desde el primer acorde, el dúo demostró que su magnetismo sigue intacto. Con una puesta en escena sencilla pero elegante, Pecos apostaron por un repertorio centrado en sus grandes éxitos, esos que marcaron a toda una época y que aún hoy siguen despertando emociones profundas. Temas como “Háblame de ti”, “Esperanzas”“Y te vas ”, «Acordes», «Señor» o «Guitarra» fueron coreados de principio a fin por un público entregado, que convirtió el concierto en un homenaje colectivo.

A lo largo de la noche, los artistas mostraron una conexión especial con Salamanca, agradeciendo el cariño constante que la ciudad les ha brindado durante décadas. Entre anécdotas y mensajes de agradecimiento, la actuación avanzó entre baladas icónicas y momentos de auténtica complicidad con la audiencia.

La emoción se adueñó del tramo final, cuando Pecos interpretaron algunas de las canciones más emblemáticas de su carrera. Fue entonces cuando el público, visiblemente conmovido, iluminó la sala con teléfonos móviles y ovacionó de pie a los artistas, que cerraron la noche con un bis muy aplaudido.

El concierto de Pecos en Salamanca no solo fue una cita musical, sino un reencuentro con una parte fundamental de la historia del pop español. Una velada entrañable, vibrante y repleta de nostalgia que los asistentes difícilmente olvidarán.